viernes, 26 de septiembre de 2014

El Restó que trascendió las fronteras del barrio

A principios del año pasado, el buffet del club Colegiales no solo experimentó un cambio de timón. Además, todo se modificó en el amplio recinto de Teodoro García 2860. Algunos meses de trabajo bastaron para que las obras, lo convirtieran en uno de los mayores exponentes del barrio en materia gastronómica y cultural. Por ejemplo, por la multiplicidad de objetos históricos y actuales vinculados al básquet que allí se exhiben, fue nominado como el primer Restó Bar temático del país relacionado a ese deporte. Andrea Ferrer y su pareja, Martín, están a cargo del local desde que en marzo de 2013 abrió sus puertas. «Somos socios con mi papá, Gustavo, y estamos muy contentos por lo que ha sido este año y medio», le comentó Andrea a La Voz de Colegiales. Enseguida, destacó los alcances del emprendimiento: «Más allá de lo tradicional, como las cenas, almuerzos y meriendas, también realizamos eventos especiales. Se hacen sobre todo por la noche, cuando el movimiento cotidiano en el club se va terminando y quienes contratan el servicio pueden usar el salón en forma exclusiva». 


El Restó lleva a cabo cumpleaños, bailes, agasajos, despedidas, fiestas de egresados... Y también, eventos políticos: «Por ejemplo, ha venido el PRO por un lado, y Juan Cabandié en otro momento, organizando reuniones de hasta 200 personas -cuenta Andrea», revelando que uno de los puntos fuertes, son los precios accesibles. «Por eso quizás hay mucha gente de afuera que come acá. Es cierto, muchos deportistas del club y sus familias nos eligen, pero ya han dejado de ser únicamente los que son del barrio los que vienen».

domingo, 21 de septiembre de 2014

EL CUMPLEAÑOS Nº151 DE COLEGIALES: ESTA ES SU HISTORIA


Federico Lacroze (antiguo Camino de los Colegiales) en 1902, vista desde el Cementerio de la Chacarita. Foto: Archivo General de la Nación.

La historia de Colegiales está ligada a la de los barrios de Chacarita y Villa Ortúzar ya que los tres formaban parte de una antigua estancia jesuítica, que pertenecía a la Compañía de Jesús. En efecto, en 1608 el gobernador de Buenos Aires, Hernando Arias de Saavedra, más conocido como Hernandarias, otorgó a esa orden religiosa terrenos en parte de lo que hoy son esos barrios. Desde 1614 hasta 1746 los jesuitas se hicieron dueños de más tierras hasta completar unas 2.700 hectáreas conocidas como "La Chacarita" («Chácara» es un vocablo antiguo, de origen quechua o aimara, que se utilizaba con el significado de «huerta», y que con el tiempo se modificó por «chacra»). Los antiguos caminos que facilitaban la comunicación a los religiosos se transformaron con el tiempo en el actual trazado de las principales avenidas, tal es el caso de Álvarez Thomas, Federico Lacroze y Dorrego.

Estación Colegiales
Como ese predio tenía instalaciones en donde pasaban sus vacaciones los alumnos del Colegio San Ignacio (luego Colegio Real San Carlos y hoy Colegio Nacional de Buenos Aires), la zona era denominada popularmente, desde el siglo XVII, como La Chacarita de los Colegiales. El escritor Miguel Cané en su obra maestra Juvenilia (1884), cuenta todas sus experiencias vividas en ese colegio y en un capítulo menciona una anécdota ocurrida mientras estaba de vacaciones estudiantiles en dicho lugar, sobre un arroyo que circulaba por la actual Elcano.
Desde su conformación, uno de los principales caminos que unía el centro de Buenos Aires con la Chacarita, era el Camino del Norte (hoy avenida Cabildo). Cuando llegaba el estio, los alumnos del Colegio San Ignacio, montando y jineteando, abandonaban la ciudad y se dirigían a la Chacarita de los Colegiales para veranear. Los jóvenes avanzaban por el Camino del Norte, hasta el actual barrio de Colegiales, donde utilizaban otro camino que los alcanzaba hasta la Chacarita. Los vecinos comenzaron a denominar ese camino secundario como "De los Colegiales", lo que hoy en día es Federico Lacroze.
Durante varios años, el barrio de Colegiales estuvo bajo la jurisdicción del Municipio de Belgrano y en 1887, cuando dicho pueblo se anexa a la Capital, este barrio pasa a formar parte de la Ciudad de Buenos Aires.

El Ferrocarril
En el barrio de Colegiales, el ferrocarril tuvo una presencia destacada, aunque no tanto por su estación de pasajeros, sino por las inmensas playas de maniobra que se construyeron dentro del barrio. La más destacada es la playa de cargas de la propia estación Colegiales, actualmente operada por la empresa Nuevo Central Argentino, que abarca unas 9 manzanas. Al sur de Federico Lacroze se levantaba otra playa de maniobras, en un sector delimitado por las calles Matienzo, Alvarez Thomas, Dorrego y la vía principal del Ferrocarril Mitre.
Hasta el siglo XIX, en esa zona cercana al arroyo Maldonado, límite natural entre los partidos de Belgrano y el de Buenos Aires, no había más que quintas. Unos años después, los distintos ferrocarriles habían ido demarcando lo que sería este polígono: al Sur se levantaron los viaductos del Ferrocarril Pacífico (hoy San Martín), al Nordeste aparecieron los terraplenes del Ferrocarril a Rosario (hoy Mitre) y después, se construyó una vía de carga para unir las estaciones Chacarita y Colegiales. La presencia del ferrocarril atrajo a numerosas empresas, que se alzaron alrededor de ésta playa de maniobras: En 1921 la Sociedad Minetti y Cia. Ltda., Industrial y Comercial inició la construcción de su molino harinero "Buenos Aires" sobre la calle Dorrego y en 1928 amplió sus instalaciones con nuevos silos. Otra empresa destacada de la zona fue la Manufactura Algodonera Argentina, cuyo edificio ("La Algodonera") ocupaba una manzana entera: allí se elaboraban productos textiles con fardos de algodón traídos por medio del ferrocarril desde el norte. Los trenes algodoneros ingresaban en esta playa de maniobras y depositaban su mercadería en dos grandes galpones que estaban sobre Alvarez Thomas.
La aparición de estas industrias generó una sinergia que desembocó en la aparición de nuevos emprendimientos: Frente al molino Minetti, sobre Dorrego, surgió la fábrica de fideos Letizia; cerca a la Avenida Juan B. Justo surgía una docena de fraccionadoras de vino, principal producto traído por el Ferrocarril San Martín.
Paralelamente a la industrialización surgieron las villas miseria, con habitantes provenientes del interior o de países limítrofes que buscaban trabajo en las grandes ciudades. La Villa de Colegiales (oficialmente, Villa Nº30) se instaló en la playa de maniobras del sector sur y llegó a tener 10.000 vecinos. Sin embargo, en los años ´70 la situación cambió por completo, al iniciarse el proceso de des-industrialización: tanto las fábricas como el Molino Minetti cerraron sus puertas y desde el Gobierno de la Ciudad, dirigido por el Intendente Osvaldo Cacciatore se inició la erradicación de las villas. Junto con la Villa del Bajo Belgrano, la de Colegiales fue una de las primeras en desaparecer, aunque ésto no implicó la plena integración de este territorio con el resto del barrio, ya que se priorizó la ubicación de equipamientos en lugar de viviendas lo que siguió generando una suerte de fuelle entre los barrios de Colegiales y Palermo: sobre la ex playa de maniobras hoy se levantan la Facultad de Ciencias Agrarias de la UCA, una unidad de transferencia del CEAMSE, el Polideportivo, una estación transformadora de electricidad, el Canal 9 de TV, los monoblocks de Alvarez Thomas y la plaza Mafalda.
A partir de los años ´90 esta parte del barrio, conocida hoy como "Nuevo Colegiales"7 comenzó a desarrollarse fruto del crecimiento de su vecino Palermo Hollywood y de la transformación de los viejos silos y fábricas en elegantes y modernos "lofts" de viviendas, como ocurrió con los Molinos Minetti o como en el Edificio La Algodonera.
De acuerdo a la reciente Ley de Comunas de la Ciudad, Colegiales ha pasado a integrar la Comuna 13, junto a los barrios de Belgrano y Núñez.
Fuente: Wikipedia

Lo que hay que saber: por qué se llama así, por qué el 21 de septiembre, por qué 150 años

Antiguamente a la zona del barrio se la llamaba “Chacrita de los Colegiales”, por ser la chacra o quinta en la que alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires pasaban sus vacaciones veraniegas y dado que el 21 de septiembre de cada año se celebra el día de los estudiantes en la Argentina, se instituyó dicha fecha como el "Día del Barrio de Colegiales" (ley 1060, sancionada el 18/09/2003, de la legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).
Además, como Miguel Cané alude a aquellas vacaciones escolares en su libro “Juvenilia”, pues él mismo tomó parte de las mismas, y dado que 1863 fue el año en que él ingresó al Nacional Buenos Aires, la ley declara simbólicamente al 21 de septiembre de 1863 como el día del nacimiento del barrio.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Un Guiness en Colegiales: el mayor coleccionista de Los Beatles del mundo abrió The Cavern en Zapiola y Avilés

 En 1998, Rodolfo Vázquez puso en marcha un sueño, abriendo The Cavern en el Paseo La Plaza. Se trataba del primer Beatle Café de sudamérica. Unos años después, en el mismo sitio, el local fue creciendo: tres salas para la producción teatral y musical, un espacio gastronómico temático y el Museo Beatle, se erigieron en los estandartes del afamado centro visitado por gente de todos los continentes. En la noche del jueves 11 de septiembre, The Cavern abrió su primera sucursal. Y está en Colegiales.. Precisamente, en Virrey Avilés y Zapiola. A la inauguración acudieron unos cuantos fanáticos de Los Beatles, amigos de la familia propietaria y vecinos, que, entre otras cosas, disfrutaron de las picadas muy bien servidas (y regadas) por los anfitriones y su gente. También estuvo La Voz de Colegiales, que -apartándolos por unos instantes de la avalancha de saludos y felicitaciones- dialogó con Vázquez y su hija Melanie, quienes explicaron en qué consiste el flamante emprendimiento y su historia emparentada con el célebre grupo de Liverpool.

«Siempre anduvimos con ganas de extendernos un poco y fue así como elegimos esta esquina de Colegiales, que es un barrio que está creciendo», contó Rodolfo, agregando que pronto también funcionará en Villa Carlos Paz el primer The Cavern en el interior de la Argentina.
 A diferencia de la multiplicidad de actividades que conviven en la casa central, aquí, «por ahora sólo será un local gastronómico, con especialidad en picadas», informó Vázquez. Sólo a modo de presentación, en la apertura hubo un par de shows en vivo. Primero, cantó Estefy Lennon y luego La 4 Beatleband, por si hiciera falta aclaralo, todos fervientes admiradores del legendario cuarteto inglés. «Quizás más adelante haya otras atracciones, pero por el momento, no queremos saturar ni molestar a los vecinos. Así estamos bien», se preocupa en subrayar.

 El entrevistado ganó dos veces el Récord Guiness por ser el mayor coleccionista de Los Beatles del mundo. Gracias a ellos, logró abrir el mencionado museo del Complejo La Plaza. El recinto de Zapiola y Avilés también está decorado por numerosos objetos relacionados a la banda, destacándose una gran variedad de cuadros. La colección llama mucho la atención, casi tanto como algunos fans que acudieron a la inauguración. Sobre todo, una nena de no más de ocho años, que mientras saboreaba una pizzeta contaba que hasta lleva al colegio una lunchera de Los Beatles. Como corolario a la cobertura, anotamos una opinión de Melanie, que puntualizó: «A mí también me encantan, pero si no fuera por este señor -señala a su papá- nada de esto hubiera sido posible. El ha sido el encargado de canalizar toda su pasión en estas paredes, intentando contagiar esa magia que transmite todo lo que provenga de Los Beatles».
 Estefy Lennon, tocando en la noche inaugural. 
 La 4 Beatleband en acción, en otro momento del show.
Rodolfo y Melanie. En la foto faltan sus otros dos hijos, Federico y Soledad. 

lunes, 8 de septiembre de 2014

NO ES UN «DÍA DEL NIñO» CUALQUIERA...

El domingo 7 de septiembre, se siguió celebrando el Día del Niño. Se trató de un festejo muy especial, pues el club Juventud de Belgrano (Avilés entre Freire y Conde) cedió sus instalaciones para que la Asociación Síndrome de Down de la República Argentina (ASDRA) se reuniera como lo viene haciendo desde hace cuatro años. Con un show conducido por un entusiasta grupo de payasos, hubo música, juegos, sorteos, baile, un mago (también, con síndrome de down) que divirtió a grandes y chicos y, sobre todo, un hermoso bullicio, fiel muestra de que aquellos que se acercaron al gimnasio de Juventud con la intención de pasarla bien, no se arrepintieron. 

 La Voz de Colegiales conversó con Alejandro Cytrynbaum, integrante de la Comisión Directiva de ASDRA. «Queremos expresar un agradecimiento enorme hacia al club, porque al igual que cada año, nos presta su espacio sin pedir nada a cambio», destacó, para luego referirse a la función de ASDRA: «Somos una entidad sin fines de lucro, que sirve para asesorar y contener a chicos que padecen síndrome de down y sus familiares, en base a nuestras propias experiencias».

  En relación a la celebración agregó: «Con el objetivo de generar algo lindo, unos años atrás comenzamos a hacerlas la sede, pero nos fue quedando chica. Nos llegó entonces la propuesta de venir a Juventud y desde ese momento el Día del Niño se hace acá, gracias a la colaboración del club y de la gente de la Asociación, que organiza todo a pulmón tratando de que los chicos y sus familias puedan  disfrutar una tarde tan especial».
 Y parece que tan mal no les sale, porque a decir de los propios invitados, cada vez es mayor la cantidad de gente que se acerca cada año, siendo la felicidad de los chicos, la mejor gratificación para recompensar el arduo trabajo realizado.





sábado, 6 de septiembre de 2014

SEGUN PASAN LOS AÑOS


Hoy: Dorrego y Alvarez Thomas
1997. Este deterioro era el que caracterizaba la fachada del Mercado de las Pulgas previamente a las refacciones.

 2008. En aquel año el Mercado fue desalojado y los puesteros se mudaron temporariamente al predio de al lado.
2014. En 2011 fue reinaugurado el gigantesco galpón, luego de las remodelaciones. Hoy, así se ve el frente.  

jueves, 4 de septiembre de 2014

LAS CALLES DE MI BARRIO

HOY: Ciudad de la Paz.
Su denominación data de una ordenanza de 1904. En este caso, no se debe a nadie en particular. En realidad, anteriormente a esta fecha, a la calle se la denominó General Paz en honor a José María Paz, militar argentino que combatió, por ejemplo, en la guerra con Brasil. Cuando la avenida que divide Capital de Provincia recibió su actual nombre, la calle de nuestro barrio pasó a llamarse Ciudad de la Paz.
 Ciudad de la Paz y Jorge Newbery.

 Ciudad de la Paz y Olleros.
Ciudad de la Paz y Aguilar.