viernes, 26 de julio de 2013

LA ESQUINA DE DON QUIQUE

Exactamente en la esquina de Federico Lacroze y Enrique Martínez esta Don Quique un comercio que apuesta todas sus fichas a Colegiales. Fruta y verdura, carne y pollo, conviven en un espacio donde la clientela pasa y compra de manera constante. Enrique Tynan, su propietario, conversó con La Voz de Colegiales a fines de dar a conocer su historia en el barrio y explicar las claves de un negocio que -contabilizando sus dos etapas- ya superó las dos décadas de trayectoria.

 «En 1991 llegué a Colegiales para poner este mismo rubro. Estuvimos en Federico Lacroze 3018, casi esquina Zapiola, durante 13 años. Un día el dueño no me quiso alquilar más y nos vinimos para acá. Eso fue hace 9 años».
 «En esta esquina sólo hubo tres negocios en toda la  historia. Nosotros somos el tercero. Su dueño era un español, que vendía café. Ahora la propiedad es desus descendientes. En este nuevo local, al principio sólo puse verdulería. Después agregamos el resto».

«El barrio me encanta. Su gente es sensacional. La clientela que tenemos es de años. Acá, el que viene por primera vez, nos elige, porque la mercadería es muy buena, al igual que la atención. En base a eso, uno se ha hecho querer y respetar. Si yo me voy caminando desde acá hasta Cabildo, por ejemplo, tardo media hora en lugar de 15 minutos. Me saludan  y me tengo que parar a charlar con todos».


«Actualmente, lo que más éxito esta teniendo en cuanto a venta, es el pollo. Se vende cuatro veces más que antes, y supera a la carne. Eso sucede porque hay una tendencia a comer sano, lo que se nota también porque se ha incrementado el consumo de verduras».
«El nivel adquisitivo del barrio es otra de las cosas que me encanta. Pero lo más importante es que la gente es leal, y valora la atención personalizada que le damos entre las diez personas que trabajamos acá».

jueves, 25 de julio de 2013

Así se vive en el Club Colegiales la... PASIÓN POR EL BÁSQUET

Desde que se fundó, en 1927, el Club Deportivo y Social Colegiales, puso especial énfasis en el básquet. Todavía hoy, la predilección por ese deporte perdura en el ámbito de la remozada sede de la calle Teodoro García.  Un domingo de julio, hacia allí se dirigió La Voz de Colegiales, para confirmar desde el lugar de los hechos, una verdad que no amerita comprobación científica: en el club, se respira básquetbol.    

La noche cae sobre Buenos Aires. Las sombras comienzan a reinar en la calle, mientras la potente iluminación de Teodoro García 2860, es el indicador de que hay movimiento en la vieja entidad barrial. A las 20.30, está programado el partido ante Platense. El runrún está en marcha. Una hora antes, el buffet se va poblando de caras conocidas. Por allí anda Gustavo Ferrer, el dueño del remodelado bar temático. Empiezan a llegar los jugadores y sus familiares. Germán Guttelsohn, padre de tres basquetbolistas del club (¡nada menos!) conversa animadamente con el DT Sebastián Bracco en una mesa. Ya llegó el directivo Alberto Feder, quien nos informa la particular forma de disputa de los torneos: «El equipo que hoy recibe a Platense es el alternativo, que participa en Primera D. Colegiales va primero. El equipo principal está en Primera B, donde la rueda clasificatoria ya terminó y estamos esperando ver qué grupo nos toca».   
A las 20.15 la tribuna de la cancha se va revistiendo de hinchas. El lleno no es total, como quizás ocurriría en Primera B, aunque la cantidad de público es interesante, inclusive, con algunos visitantes que ocupan el sector más alejado de la puerta. Tras la entrada en calor, hacemos la foto del equipo, previa autorización del entrenador. «Hoy sí, en estos partidos hay menos nervios», accede Seba Bracco con una sonrisa. 
Minutos más tarde, comienza el partido. Son cuatro cuartos de diez minutos, con reloj detenido si la pelota no está en juego. El encuentro es parejo. A Cole, los cotejos de esta divisional le sirven para rotar su numeroso plantel. El técnico, aprovechando los cambios ilimitados, hace jugar a todos. También, a los que procedentes del team titular, necesitan fogueo. En cada «tiempo muerto», un gurrumín de no más de 10 años entra a la cancha con una pelota y, desde lejos, acierta al aro con asombrosa precisión (¿un futuro crack?). Termina el primer cuarto con un equilibrado 16-18. De inmediato arranca el segundo. Los aplausos brotan cada vez que hay un doble. Y ni que hablar, si viene un triple. Cole tiene un momento favorable pero la pelota no entra. «¿Seis tiros y no embocamos ninguna?», se queja Bracco en el banco. Y el segundo cuarto culmina 33-32 a favor de los Calamares. 
Luego de un descanso de diez minutos arranca el tercer cuarto. En cuanto a emoción, se viene lo mejor. En cuanto al juego, para el local las cosas se complican, a medida que la temperatura del match sube y los fallos arbitrales se tornan polémicos. El juez pide que retiren a un espectador. «El señor de saco, se va». Y el padre de los Guttelsohn se ve obligado a dejar el recinto («yo no dije nada, no sé por qué me echó», diría después) mientras Platense saca la máxima diferencia. Al cabo del tercer cuarto, son once los tantos que lleva de ventaja la visita. 
Pero aquellos que creen que Cole está muerto, se equivocan. Una notable reacción le permite al equipo sobreponerse a la adversidad y empatar en 64 a sólo 24 segundos del cierre. Los instantes finales, son de alto vuelo emotivo. Platense tiene la posesión del balón y la monopoliza a través de un base gordito y escaso pelo, que pese a tener poca pinta de player, hizo un partidazo. El jugador calamar arranca en mitad de cancha y va para adelante. Nadie lo detiene. Ya debajo del aro, tira... y acierta.  De no creer. Falta... ¡un segundo! 
A continuación, piden tiempo muerto en uno y otro banco. Pero nada alterará el 64-66 para Platense. Hay una sensación de fastido en los momentos posteriores. «Es que estábamos tan cerca...» Sin embargo, la bronca pasa rápido. Los jugadores se van al vestuario y el Restó vuelve a llenarse de bullicio, sonrisas y comentarios del partido. «¿Te quedás a comer?», pregunta un parroquiano. «Dale», asiente otro. Y así, cerca de la medianoche, culmina otra jornada repleta de emociones, donde el deporte y un inconfundible aroma a barrio, una vez más se dan la mano. 

 En una de las vitrinas, está la nota que La Voz de Colegiales le dedicó al club por el ascenso del año pasado.
 La hinchada expectanete en la tribuna lateral
 Mingo, encargado de la utilería y personaje legendario del club.
 En una pantalla del Restó se puede ver el partido en circuito cerrado.
Un momento cumbre del partido: falta para Cole

lunes, 22 de julio de 2013

PEQUEÑAS HISTORIAS EN EL MERCADO DE LAS PULGAS

Aproximadamente 150 puestos tiene el Mercado de las Pulgas. Uno de ellos, es el de Rita y Miguel, un matrimonio que se estableció hace 17 años en el predio del viejo Mercado de Dorrego, y con el mismo entusiasmo, continúa ofreciendo sus artículos a los coleccionistas que visitan el remodelado edificio comprendido entre las calles Alvarez Thomas, Concepción Arenal, Enrique Martínez y Santos Dumont. 
Una fría tarde de julio, La Voz de Colegiales se dio una vuelta por el Mercado y entrevistó a Rita -su marido no estaba presente-, quien con suma amabilidad relató las cuestiones  más interesantes relacionadas a «Kuriosity», tal el nombre de fantasía del emprendimiento que con enorme cuota de pasión llevan adelante en el histórico predio.
 «Esto nació porque a mi marido le encanta coleccionar cosas. El juntaba, sobre todo, muñecos, monedas, estampillas...Igualmente, en el puesto que teníamos anteriormente a la mudanza, lo que vendíamos eran más que nada, muebles antiguos y artículos de iluminación».
La mudanza a la que Rita hace referencia, ocurrió en 2005. Ese año, por una disposición municipal, el Mercado dejó provisoriamente su sitio actual, para establecerse en la manzana adyacente. Una vez que estuvieron terminadas las refacciones, en 2011, se produjo el retorno de todos los puesteros a la ubicación tradicional.
 «El negocio que teníamos antes era más chico, de sólo 9 metros cuadrados. Ahora tenemos más del doble de espacio», cuenta Rita, mientras atiende a un fanático de revistas de la línea Patoruzú, quien tras inspeccionar cuidadosamente los comics, termina llevándose seis ejemplares. Feliz por su adquisición, el hombre, de unos 50 años, se detiene en un álbum de figuritas de la década del 70. Pregunta si está completo. «Le faltan sólo tres», responde Rita. El comprador agradece y sigue su camino.

 En el amplísimo abanico de curiosidades del local, uno de los fuertes es el de los relojes antiguos: hay nacionales, alemanes, japoneses... «Cuando la gente pregunta el precio por ahí se sorprende porque quizás espera que sean muy bajos. Si no es así, es porque los objetos que están a la venta no los ves en cualquier parte. Son artículos poco comunes, que, para encontrarlos, tenés que caminar muchísimo».
De eso, precisamente, se encarga Miguel, que se la pasa recorriendo ferias y plazas procurando abastecer tanto el negocio familiar, como su propia pasión por ese tipo de coleccionismo. Cuando le preguntamos a Rita qué es lo más raro que hay a la venta, nos muestra un misterioso artefacto cuya función sería indescifrable, de no ser porque  ella misma nos aclara de qué se trata: «Es un matamoscas de origen alemán. Su forma es tan extraña que nadie sabe para qué se usa. Entonces me preguntan y yo les digo». Para la dueña de casa, el hecho de que su clientela no consiga descubrir la esencia del singular aparato, implica una suerte de divertida sensación.

A la hora de hablar de los famosos que han visitado su puesto, Rita explica: «El Mercado esta lleno. Una vez Natalia Oreiro se llevó un teléfono. También Pablo Rago compró. Y hubo más, pero la verdad que no lo recuerdo bien porque no soy nada cholula. El choluleo no me gusta. Siento como que se van a sentir incómodos y al que viene, lo dejo mirar tranquilo y no lo molesto».
Por último, deja su opinión con respecto a la organización del Mercado en general. «Los comerciantes estamos agrupados en una Cooperativa de la cual yo soy vocal. Por otra parte, al igual que años atrás, este predio sigue siendo municipal, pero con la diferencia de que ahora está bajo la supervisión de la Dirección de Ferias y Mercados, un organismo que nuclea a un montón de lugares de similares características».
Poco antes de despedirnos, debemos interrumpir otra vez la entrevista. Una pareja acaba de ingresar al local.Si bien estamos a unos metros de distancia y no alcanzamos a entender lo que hablan, nos damos cuenta de que son turistas brasileños. Preguntan algo, Rita contesta, agradecen y continúan su caminata por el pasillo. Minutos más tarde, también nos retiramos nosotros, dichosos por haber conocido una de las tantas historias que enriquecen al señero Mercado de la Pulgas y, en consecuencia, también a nuestro amado barrio. 

viernes, 19 de julio de 2013

LAS PAREDES HABLAN

ESTO SI
 BENJAMÍN MATIENZO Y ZAPIOLA.
Una zona desprovista de viviendas donde practicar este tipo de arte callejero no molesta a nadie. A lo largo de Matienzo, frente a la plaza, hay pintadas y murales para todos los gustos. Y justo en esta esquina, un enigmático «Sé lo que haces» que encima aporta un toque de misterio en el paisaje.
ESTO NO
MAURE Y CRÁMER.
Muy cerca del primer sitio mencionado, hay una ochava con la cual se ensañaron a más no poder. ¿No podían haber pintado un lugar donde no vive gente?

sábado, 13 de julio de 2013

Insólito: dos kioscos con RapiPago, separados por diez metros


En Elcano entre Alvarez Thomas y Delgado, se da una situación por demás curiosa: hay dos kioscos -uno con locutorio- separados por un negocio de otro rubro (un taller de marcos) en el medio. Obviamente, lo extraño no es esto sino que los dos tienen Rapi Pago. Muchas áreas del barrio están desprovistas de este tipo de servicio, pero en esta cuadra, deben convivir ambos a la par (imaginamos que no de muy buena gana).
El primero en sumar el Rapi fue el local que está más cerca de la esquina con Delgado, mientras que hace algunos meses su colega decidió imitarlo, estableciéndose con el cartel a escasos diez metros.
La Voz de Colegiales visitó el lugar y comprobó que a ninguno de los dos les falta la clientela, si bien, por poseer el frente a la calle, en el más cercano a Alvarez Thomas casi siempre hay una cola más larga que en el otro.
Al principio, la gente, incrédula, dudaba al observar el atípico cuadro y en cuál de los dos parapetarse, aunque seguramente, con el correr de los meses ya se acostumbró y eligió el que más le gusta.
En fin, las cosas insólitas que pueden encontrarse en nuestro querido Colegiales.

jueves, 11 de julio de 2013

Túnel de Lacroze: pedido formal para que haya más paradas de colectivos


Mientras casi seis meses transcurrieron desde el comienzo de las obras del túnel de Lacroze y aún no hubo respuestas oficiales acerca del pedido de que el paso peatonal sea a nivel, grupos de vecinos y comerciantes -con la coordinación del Frente Nuevo Encuentro- siguen reuniéndose todos los lunes a las 20 horas en Lacroze y Crámer, a fines de hallar soluciones a los inconvenientes derivados de dicha construcción. Hace unos días, se le entregó en mano esta carta al Director General de Tránsito, Carmelo Sigilito. Su texto es el siguiente:  

A partir del inicio de la obra de construcción del viaducto de la Avenida Federico Lacroze en su intersección con las vías del Ferrocarril Mitre, se abrió un paso a nivel provisorio en la intersección de la calle Olleros y las vías. Por allí se derivó el transporte en general, y el transporte público en particular.
Sin embargo, no se previó la asignación de paradas provisorias, por lo que en la actualidad, la distancia entre paradas para las líneas 63 y 42 es excesiva: de Lacroze y Conesa, a Zapata y Cabildo, cuando no más lejos, fruto de otras obras vinculadas al proyecto del túnel o no. En cualquier caso, mucha gente mayor, personas discapacitadas, personas con niños, deben recorrer una gran cantidad de cuadras para poder tomar un colectivo.
Cabe agregar que ir por Lacroze es doblemente complejo por las obra en sí, dadas las condiciones de higiene, seguridad y espacio de la senda peatonal que se mantiene habilitada en toda su extensión; y transitar por Olleros también encierra dificultades, por la cantidad de tránsito que por allí circula, especialmente en las intersecciones con Conesa y con Amenabar, con escasa o nula señalización –pese a los reclamos realizados– y con la colaboración de Agentes de Tránsito que ayuda pero no llega a cubrir las necesidades.
Habiendo intentado gestiones de diversa índole, los Vecinos de Colegiales solicitamos a la Subsecretaría de Transporte y al Ministerio de Desarrollo Urbano la intervención de las áreas correspondientes para resolver esta situación a la brevedad, habilitando al menos una parada en cada dirección, intermedia entre las señaladas.

sábado, 6 de julio de 2013

DESGRACIADO ACONTECIMIENTO

Muy temprano en la mañana del sabado 6 de julio, el nombre de nuestro barrio fue masivamente mencionado por una lamentable noticia: un «42» atropelló a dos chicas que, al salir de Vorterix, cruzaban Lacroze en su esquina con Alvarez Thomas. Una de ellas, falleció en el acto. La otra quedó internada en el Hospital Tornú.
La noticia completa y más fotos, en este enlace de La Nación:
http://www.lanacion.com.ar/1598859-un-colectivo-atropello-a-dos-chicas-una-de-ellas-murio-y-la-otra-esta-internada

viernes, 5 de julio de 2013

VACACIONES DE INVIERNO EN CASA MATIENZO

Ya está abierta la inscripción para numerosas actividades infantiles!!!

LA LUCHA CONTRA LA CACA

En Virrey Loreto y Conesa divisamos este simpático cartel, que por más pintoresco que parezca, no hace más que reflejar una realidad que a los vecinos de todos los barrios preocupa: el de los dueños de mascotas que no juntan la caca. «Nos cuesta mucho trabajo mantener limpio y sacar la caca ajena», asegura, con razón, el cartel.

¡ESTO NO ES BELGRANO!
En la misma cuadra apelaron a este cartel para disuadir a los dueños de los perros a que levanten la caca. Pero cometieron un grave error ya que Belgrano R queda a muchas cuadras de distancia de Loreto y Conesa.