lunes, 15 de junio de 2015

«LA DANZA ÁRABE ES BUENA PARA LA SALUD Y AYUDA A RESALTAR LA FEMENEIDAD»

Zeinab Isis da clases en Colegiales/Chacarita

Graciela es el nombre que figura en su DNI. Pero en el ambiente de la danza árabe, se la conoce como Zeinab Isis. En la prestigiosa sala «La Dumont» (ver aviso al pie de esta página) ofrece sus clases, llamativamente, sólo a personas mayores de 45 años. La Voz de Colegiales quiso saber el motivo de esta decisión, algo que la propia profesora no tuvo reparos en explicar: «Hay quienes prefieren dar clases a adolescentes, a niñitas....Yo escogí mujeres de mayor edad porque en muchos lados quizás no se sienten cómodas, les da vergüenza.... Ellas precisan que respeten sus tiempos, dado que a lo mejor les cuesta seguir el ritmo si están con chicas más jóvenes. Conmigo se sienten a gusto ya que la clase se adapta a ellas, y no al revés».

Graciela hace unos cinco años que ejerce la enseñanza. «Primero me capacité con buenos maestros como bailarina -cuenta-. De estos hace más o menos 20 años. Pese a que empecé de grande, siempre me atrajo lo oriental, hasta que me decidí dar el paso. Primero aprendí y luego me largué a enseñar».
Al preguntarle en qué consiste la especialidad de bellydance, aclara: «Originalmente, esta disciplina era conocida como la Danza del Vientre, que provenía de Egipto. Con el transcurso del tiempo, se fue estilizando, modernizando. En la actualidad conserva su origen egipcio pero se le han agregado técnicas de la Polinesia, de Hawaii, de Tahiti... Esa conjunción es la que se denomina bellydance».
Graciela resalta las virtudes y beneficios de la danza árabe: «Esto es muy beneficioso desde el punto de vista mental y físico. Por el lado de la salud, hace que alguien que sufre de reuma o artrosis, vaya recuperando movilidad, flexibilidad. Hace que los músculos adormecidos tiendan a ablandarse. Hay ventajas en cuanto a circulación de la sangre, a coordinación de los hemisferios. Las contracturas se van... Yo hago mucho hincapié en el tema respiratorio. Por otra parte, el baile te ayuda a recuperar la femeneidad, la delicadeza. La música suave permite que la hora de clase se disfrute y que en ella la mujer se desarrolle plenamente».

En La Dumont, las danzas árabes no son la única expresión artística, pues allí se desarrollan numerosas disciplinas. Graciela le da gran valor al hecho de ser parte de este espacio: «Es un lugar de arte por excelencia, muy agradable, y donde a una la hacen sentir muy a gusto. Por eso estoy súper agradecida a La Dumont y a su dueña, Patricia».

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