miércoles, 30 de julio de 2014

LAS PAREDES HABLAN

¡ESTO NO!
 ELCANO Y VIRREY AVILÉS.  
Este atropello fue perpetrado en el edificio enfrentado a la pequeña plazoleta triangular Julio Nelson (la que tiene la fuente en el medio). Gigantesca tipografía negra justo en la puerta de ingreso, y sobre una superficie «de piedritas» imposible de limpiar. Inconcebible.  

¡ESTO SI!
FEDERICO LACROZE ENTRE MOLDES Y LA VÍA.
«Dedicado a nuestros clientes. Verdulería Darío», puede leerse al pie de este mural ubicado a metros de la estación Colegiales. En el paredón lindero a una antigua verdulería, sus dueños homenajearon a sus clientes con un cuadro tan simpático como colorido.

martes, 29 de julio de 2014

«LHASA», Librería y Juguetería

Ubicada en la Avenida Federico Lacroze 3396 (casi esquina Delgado), es una de las de las librerías y jugueterías de mayor antigüedad en la zona. Alejandro, su propietario, le dijo a La Voz de Colegiales: “Tenemos juguetes para todas las edades, artículos de oficina, librería escolar, comercial, artística, técnica…Atendemos a colegios y empresas”. 

En el negocio, se observa un amplio surtido. Entrando al mismo hay amplias vidrieras, muy coloridas, y colmadas de artículos. Y no es casualidad, ya que Lhasa se prepara con todo para el Día del Niño Con gran amabilidad, Alejandro atiende a la clientela, mientras concluye con una contundente opinión: «Estamos muy contentos. Tanto a nivel comercial como por estar en este barrio tan querido». 




jueves, 24 de julio de 2014

LAS CALLES DE MI BARRIO

HOY: Olleros.

Su denominación data de una ordenanza de 1904. En épocas anteriores se la denominó Borches, Buenos Aires y Ombúes (en este último caso sólo en el tramo comprendido entre Crámer y Libertador)
Juan José Olleros (1794-1857) fue un coronel,  que intervino en los combates de Chacabuco, Cancha Rallada, Maipú y Talcahuano, entre tantos otros.

En la intersección con Martínez, una ochava muy colorida.
 Olleros y Zapata.

Olleros y Crámer. Hasta hace poco aquí había un paso a nivel. Hoy, volvió a ser la tranquila esquina de siempre.
Olleros y Ciudad de la Paz.

domingo, 20 de julio de 2014

LOS SOCIOS DEL CLUB COLEGIALES RESPALDARON LA ACTUAL GESTIÓN


El jueves 10 del corriente mes se llevó a cabo la Asamblea General Ordinaria Anual, con una gran concurrencia de asociados, que participaron activamente. Se le dio un nuevo respaldo unánime a la gestión que desde hace 6 años lleva adelante el Presidente Osmar Sarmiento (foto). Haciendo un balance de este período bianual se pueden contar obras como la refacción de la cancha dejada a nueva,  puesta en valor del salón de billares, que lo coloca entre los mejores de la ciudad, el salón de juegos. Y la obra más importante fue, sin dudas, la transformación del bufet y los baños de la planta baja.

Alberto Feder, a cargo del marketing y las relaciones institucionales de Cole, le comentó a La Voz... tras la Asamblea. «Tenemos que agradecer a los socios y allegados que colaboran permanentemente con esta CD, ya sea económicamente como en hechos concretos como el lavado de camisetas, donando tacos debillar aguas para hidratar a los jugadores, etc"
"En este bienio hemos crecido de manera insospechada. Ha habido gran cantidad de consultas para el uso de los salones, una crecimiento sostenido en la asistencia a las danzas, artes marciales, el profesorado y el básquet en mayor medida».
«Agradecemos además a personalidades de los medios como  Horacio  Embon (se ofreció para traer una escuela de ajedrez)  Adrián Noriega,  que desde la radio o la TV siempre habla  del club, Laura Azcurra, que en cada reportaje nos menciona. Pero la persona que no puedo omitir  mencionar es el diputado Juan Carlos Junio que nos dona su dieta para que podamos llevar ADELANTE LAS OBRAS QUE ESTAN EN CARPETA».
«Para el futuro estamos estudiando obras a realizar, nuevos vestuarios, puesta en valor de la planta alta... O sea, todo para mejorar las prestaciones a los asociados y deportistas de Colegiales».
«Además de básquet, danzas árabes, artes marciales y gimnasias tenemos un profesorado con varias carreras  y dos profes que realizan tareas de personal training».
«Como se ve, hemos crecido y queremos seguir creciendo. Para eso pretendemos que el barrios se acerque y  en nuestras instalaciones pueda festejar cumples, fiestas personales y empresariales, además de participar de las actividades  que hoy por hoy cuenta la institución».

lunes, 14 de julio de 2014

DON ENRIQUE ¿NOS CUENTA SU SECRETO?

Enrique Rodríguez tiene 92 años y una increíble vitalidad. Día a día, recorre las calles del barrio

Siempre lo veíamos por el barrio, desandando las calles a paso lento, cargado de bolsas que arrastraba con esfuerzo. Un mediodía lo encontramos nuevamente en la Pizzería San Antonio, donde acodado en la barra, se preparaba para empinar un vaso de tinto. Hernán, el encargado del local, ya nos habían comentado su edad: Don Enrique tenía más de 90... Por eso, creímos propicia la ocasión para hacerle una nota. No obstante, nos sorprendió con una sincera negativa: «No, una nota no. A esta altura del día ya estoy en curda y quien sabe las cosas que puedo llegar a decir. Pero si querés, sacame una foto, eso sí...» Accedimos de inmediato y nos quedamos charlando de manera informal. Don Enrique no parecía estar inmerso en un estado etílico grave. Sí estaba contento, chispeante. Y muy lúcido. Enseguida se largó a contar su historia sin que mediaran demasiadas preguntas. Lo consultamos si podíamos publicar lo más sustancioso y no tuvo problemas. Aunque se preocupó en aclarar que se oponía la entrevista formal. «Nací en 1922 en la provincia de Santa Cruz», informó, confirmando que acababa de cumplir 92 años.
Quisimos saber  más. «A los 22 me vine solo para Buenos Aires. Tenía un tío que vivía en Loreto y Superí; había fallecido y mi papá me mandó para acá. Más adelante se vino toda la familia». Entonces, Enrique Rodríguez comenzó su romance con Colegiales. Tuvo algunas idas y venidas desde el Sur, pero unos años más tarde se afincó definitivamente aquí y aún hoy habita esa antigua vivienda de Virrey Loreto, justo frente al nacimiento de la calle Superí.
En el improvisado monólogo, contó varias cosas más. Por ejemplo, que nunca se casó: «¿Casarme? ¿Para qué me iba a casar?», se repreguntó, sonrisa pícara mediante, como pretendiendo exaltar las bondades de una eterna soltería. También confesó que nunca se acogió a una jubilación, pues sólo trabajó en el rubro informal. «Tuve muchos laburos pero en ninguno duré  demasiado», dijo. Le preguntamos entonces cómo vivía hoy en día, y dio a entender que no necesitaba ingresos: «¿Vos ves que acá me cobran el vaso de vino? No. Bueno, en todos lados es igual. Siempre soy bien recibido. Para comer no me va a faltar». Tuvimos ganas de saber cómo se las arreglaba con los servicios de su casa, pero al intuir cierta reticencia a dar más detalles, preferimos dejarlo tranquilo.

Nos atrevimos, eso sí, a inquirir qué hacía durante el día. Entonces habló de sus recorridas por los bares, pizzerías y restaurantes: «A veces arranco en La Messetta. Hoy acá me ves, en San Antonio. Salgo y me cruzo para lo de José Luis (el Bar Conde)... y así hasta que se oculta el Sol». Su perseverante andar no se detiene en Colegiales sino que incursiona en otros barrios, incluso en zonas céntricas. En ningún boliche, le niegan su vaso de tinto. «Me tomo unos veinte por día», cuenta.
Ante nuestro estupor, asegura que el alcohol no sólo no le hace mal, sino que es su combustible para continuar en actividad.
Lo consultamos acerca de cuál es la clave para llegar a su edad con tanta vitalidad y lucidez. «El vino y caminar», responde sin dudar. «Mi tía, que vivió en la misma casa en la que yo estoy,  murió en 1990. Tenía 112 años». Luego, Don Enrique nos dejará  una vez más boquiabiertos, demostrando recordar fechas y datos con asombrosa precisión. No sólo de su vida personal, sino de acontecimientos ocurridos a nivel nacional y mundial.
Enseguida, tomó sus cosas y se despidió alegremente. En su andar despreocupado por la vida (sin dudas, ese es el secreto y la respuesta al título de la nota; ni el vino ni sus largas caminatas), una próxima parada lo aguardaba.

jueves, 10 de julio de 2014

LAS PAREDES HABLAN

 ¡ESTO NO!
OLLEROS y ZAPIOLA. 
Esta ochava fue víctima de un ensañamiento pocas veces visto. A lo largo de años, los irrespetuosos del aerosol fueron inscribiendo leyendas a su antojo, dejando este triste resultado. El dueño ni se gasta en pintar...

¡ESTO SÍ!
ENRIQUE MARTÍNEZ y SANTOS DUMONT.
Un propietario embelleció el frente de su casa con una bonita pintura repleta de vivos colores. Lo mejor es que justo lo enganchamos en plena labor (por lo que se ve, a punto de culminar su obra) y retratamos «en vivo» el ponderable acto. Mientras no se lo arruinen...

martes, 8 de julio de 2014

«ME ENCANTARÍA COORDINAR SALIDAS TURÍSTICAS POR COLEGIALES Y CHACARITA»

Susana Pereira irradia pasión cuando habla de su amor por Buenos Aires. Ese sentimiento se remonta a una punta de años. Pero desde hace un tiempito, decidió hacer algo con todo eso y puso en práctica un emprendimiento mediante el cual se convierte en una singular guía de turismo. De esas cuestiones conversó con La Voz de Colegiales, en su bella casa de Zapiola y Palpa.  
«Mi vida la he dedicado a la docencia. Pero hace cuatro años, también me propuse estudiar para guía de turismo. Empecé con los cursos en el Centro Cultural Rojas y hace poco me animé a armar Vuelo Propio, una mini-empresa gracias a la cual puedo desarrollar este amor por Buenos Aires de un modo más completo».
«Mi propuesta es la de conformar grupos y hacer recorridas a pie por puntos históricos de la Ciudad. Pero no me considero una guía de turismo convencional. Lo que yo hago pasa por compartir momentos, por intercambiar con la gente, por aprender a poner la mirada. Buenos Aires es hermosa y si al caminar sus calles levantás los ojos, te vas a encontrar con un mundo distinto, con verdaderas maravillas arquitectónicas. Sólo hay que saber aplicar la mirada. Más allá del paseo en sí, el desafío es que mis clientes logren hacerlo durante nuestra recorrida. Yo me preparo mucho antes de cada salida y creo que la gente las disfruta un montón».
«Mi método consiste en juntarnos en determinada esquina. Alguna de Recoleta, por poner un ejemplo. A partir de allí los conduzco por lugares ricos en historia. No son caminatas demasiado extensas. Unas diez cuadras a lo mejor. Finalmente, nos metemos en algún bar notable y café de por medio, compartimos textos literarios y les muestro material fotográfico de época, respecto de los sitios que acabamos de visitar. En mi enfoque hago mayor hincapié en un período que abarca fines del siglo XIX y siglo XX».
A pesar de ser una antigua vecina, Susana aún no extendió su tarea turística por esta zonas. Sin embargo, ante nuestra sugerencia se entusiasma: «Me encantaría coordinar salidas por Colegiales y Chacarita», dice, aclarando que deberá prepararse a conciencia para cuando decida hacerlo. De más está decir, que si pone manos a la obra, contará con todo nuestro apoyo.

Para comunicarse con Susana:
vuelopropiobuenosaires@gmail.com
+54 11 65 08 23 65