sábado, 17 de mayo de 2014
DON ROBERTO, EL VECINO QUE CUMPLIÓ 100 ABRILES
Sentado en un sillón de su casa, Don Roberto sonríe junto a su perro Archi. Abajo, muestra su libreta de enrolamiento, su único documento (no tiene DNI un cédula). Adentro, está la foto que le sacaron a los 18 años.
El 7 de abril no fue un día más en la vida de Don Roberto. Es que cien años no se cumplen todos los días. Y, efectivamente, fueron esos los años que cumplió este ilustre vecino de Martínez y Jorge Newbery. Gabriel, el dueño del taller Tomalino (otro pionero, con 50 años en Coelgiales) nos tiró el dato y hacia allí fuimos. Tocamos el timbre y nos atendió su hija Susana. Le explicamos que queríamos hacerle una nota a su papá y la entrevista se hizo unos días después, en un horario en que el cumpleañero estuvo bien predispuesto para el reportaje. Una tarde de domingo lo visitamos. Nos encontramos con la agradable sorpresa de un hombre de notable lucidez y vitalidad, para su edad. Por media hora permanecimos en la casa, donde reside con sus esposa -que tiene más de 90-, su única hija y su marido, que viven en la planta alta.
Por comprensibles razones de seguridad, Susana nos pidió que no diéramos a conocer el apellido de la familia (tampoco el nombre de su mamá, que no quiso estar durante la nota). De todas formas fuimos muy bien atendidos y Don Roberto contó varias cosas. Por ejemplo, que nació en La Paternal, y que llegó en 1940 al barrio, mudándose una vez casados, a esta misma casa, en la que su mujer ya vivía con sus padres. Hoy, el matrimonio ya lleva 65 años. Tienen tres nietos y seis bisnietos, de entre 16 y 3 años.
Nos contó que su casa de La Paternal estaba en Cervantes y Seguí. Que en ese tiempo no tenían luz eléctrica y que para viajar hasta el centro, primero había que ir a caballo hasta Rivadavia, dejarlo atado en un palenque y luego tomarse el tranvía. Sus padres también eran argentinos; su memoria, no le permitía recordar cuántas por cuántas generaciones la nacionalidad era la misma. Toda la vida laboral de Don Roberto transcurrió en Castriotta y Posetti, una fábrica de arañas -famosa en su época- ubicada en Córdoba y Ecuador.
Archi era testigo de la conversación. Su fiel compañero, tiene 17 años, edad muy avanzada para un perro. Quisimos saber cuál era el secreto para llegar a los cien. Con ayuda de su hija, comentó que nunca se enfermó. Que siempre se cuidó en las comidas: nada de fritos, nada de grasa, nunca una pizza... Todo natural. Antes era todo más saludable, aseguró. Por supuesto, tampoco fumó y de alcohol, sólo un vasito de vino cada tanto.
Con estupor, escuchamos que hasta los 93 años, iba solo en bicicleta hasta los lagos de Palermo. Hoy, no puede hacerlo, pero no está mal de salud ni mucho menos. Apenas si toma una pastilla para regular la presión. Fanático de Boca, se largó a opinar sobre la actual campaña, diciendo que Bianchi le gusta, y que no salió campeón por falta de jugadores. Cada partido, lo sigue rigurosamente por televisión (antes sí iba a la cancha), al igual que el fútbol internacional. Sin que hiciera falta preguntar, polemiza, sosteniendo que Messi es mejor que Pelé y Maradona. La TV es una compañía importante para él, pues desde el año pasado casi no sale a la calle. Pero no se queja. Su humor es excelente.
Para homenajearlo, hubo dos fiestas. A una asistió la familia y a la otra, la gente del barrio. Esa misma que le dijo que para los 101, esperaban verlo con la misma vitalidad y energía.
Que así sea, Don Roberto...
1 comentario:
Tal cual asi lo conoci, paseando a Archi , dando la vuelta manzana. Un hombre muy agradable, conversador y muy alegre!!. Un placer haberlo cruzado en mis paseos.
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