viernes, 17 de enero de 2014

PALPA Y CRÁMER: UNA ESQUINA MUY «VERDOLAGA»


Los vecinos que suelen pasar por Palpa y Cramer, seguramente saben que en esa esquina un vivero se ha establecido hace una punta de años. Hace cuatro meses nuevos dueños se afincaron en el local, respetando el rubro histórico de un sitio cuya tranquilidad sólo es interrumpida por el paso de los trenes que llegan y salen de la estación.
Bárbara, su hijo Amadeo y Gaby -su fiel empleada- son los encargados de llevar adelante el emprendimiento que llena de verde este querido rinconcito de Colegiales. Una tardecita de enero, visitamos «La Verdolaga» para que nos cuenten sus impresiones, acerca del vivero que con tanto entusiasmo se preocupan en atender. En ausencia de su mamá, Amadeo tomó la posta y se largó a contar:

«A mediados de 2013 no estaba en nuestros planes abrir este vivero. Pero un día pasamos, vimos el cartel, surgió la oportunidad de alquilar y decidimos aprovecharla. Mi madre cuenta con experiencia en el rubro, ya que desde hace unos cuantos años tiene un negocio de características similares en Villa Urquiza. Nosotros vivimos allá, aunque yo conozco bien Colegiales, por tener amigos y venir muy seguido al barrio».
«Gracias a Dios nos ha ido bastante bien en estos primeros meses. La verdad, no podemos quejarnos. La gente también está contenta con que esto siga adelante, después de haber estado un tiempo cerrado. Los vecinos nos alientan tirando buena onda, nos hacen saber lo lindo que es para ellos que el vivero no se haya ido del barrio, después de que tuviera cierta inestabilidad como consecuencia de haber pasado por las manos de tantos dueños».

«En lo personal, tuve que aprender prácticamente de cero y sobre la marcha los secretos de este rubro. Yo trabajaba en una agencia de publicidad. Nada que ver con esto. Pero desde que alquilamos acá, me metí de lleno. Ahora me ocupo de las ventas y también de las compras, un tema que no es tan sencillo. Tenés que agarrar el auto e irte a Moreno, a Escobar... Lugares donde se vende al por mayor, al igual que en cualquier otro negocio. Pero puede decirse que en este corto lapso aprendí bastante. Me fue de gran ayuda el hecho de que mi vieja sabe del tema y me fue apuntalando».

«No te sé decir con exactitud, pero acá debemos tener varias decenas de especies. La planta más cara es la Rafis, para interiores. Cuesta 280 pesos. Las más baratas son los plantines, que salen 6. Además de venta de plantas, macetas y tierra, también tenemos servicio de jardinería y paisajismo. Trabajamos con empresas y domicilios particulares».

«Más allá de lo comercial, me gusta la calma de la zona. Esa locura que reina en otros puntos de la ciudad acá no existe. El único ruido que de vez en cuando rompe el silencio es la bocina del tren. Pero tampoco es algo molesto. Al contrario: ya lo tomamos como parte del paisaje».    


1 comentario:

Anónimo dijo...

Me alegro que sigan con el rubro. Esa esquina esta llena de vida ahora. Colegiales sigue creciendo y estos emprendimientos alimentan al barrio.
Felicitaciones!

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