EL CIELO DE COLEGIALES

Una imagen impactante es la que ilustra la edición de mayo de la revista en su tapa. Para hacerla, debimos subir a la terraza del edificio más alto. El que, por otra parte, quizás también sea el que mayor cantidad de habitantes alberga (ver recuadro) en lo que respecta a Colegiales.

Resultó una emoción muy grande poner en práctica nuestro objetivo. No lo fue tanto, el hecho de llegar hacia la terraza, donde junto a un par de vecinos que nos acompañaron, tomamos uno de los tres ascensores que, más velozmente de lo esperado, nos llevó hasta el increíble piso 23. Luego, seguimos camino por la escalera y segundos más tarde, se abría ante nuestros ojos un bellísimo panorama.

Con el marco de un cielo completamernte despejado, alzamos la mirada hacia el este, llegando a visualizar inclusive, las aguas del Río de la Plata, las cuales se confundían con el azul del cielo allá en el horizonte. Hacia el sur, identificamos el asfalto de la avenida Alvarez Thomas, que, desde semejante altura, no era más que negro cordón internándose entre miles y miles de edificios. Un poco más a la izquierda, se apreciaban claramente los rascacielos de Le Park, un monstruo capaz de dejar «petiso» a nuestro coloso. 

Llevando la mirada hacia el oeste, un obstáculo verde interrumpe la visión que intenta llegar hasta el centro de la Capital: es la enorme arboleda del Cementerio de la Chacarita. Para el norte, nada especial. Simplemente la inmensidad de cientos de miles de curiosos «ojitos». O sea, esas ventanitas convertidas en mudos testigos del andar presuroso de vehículos y transeúntes que día a día le dan vida a una de las grandes capitales del mundo.

Desafiando el vértigo de una altura desacostumbrada, La Voz de Colegiales consiguió estar allí, para tratar de experimentar lo que se siente. Y realmente, vale la pena.

 La torre de Alvarez Thomas 833 tiene la escalofriante cifra de 23 pisos y 197 departamentos. Imaginamos que su cantidad de habitantes trepa hasta el millar. ¡Casi una ciudad!
Su construcción data de la década del 60. Junto con su «melliza», que tiene entrada independiente por Delgado (antes pertenecían a un mismo consorcio pero se separaron), son las más altas de Colegiales, superando por 5 pisos a los edificios de Lacroze y Zapiola y Lacroze y Conde.

DESDE LA TORRE MÁS ALTA DEL BARRIO: MÁS IMÁGENES