viernes, 26 de octubre de 2012

“ALGUNOS CERRAJEROS SE APROVECHAN DE LA DESESPERACIÓN DE LOS CLIENTES”


Horacio González en Wolf Jack, su local de Freire y Céspedes. Hace 40 años que se dedica a la cerrajería de casas, consorcios y automóviles. 
Su cerrajería es una de las más populares del barrio. Se encuentra en Freire, casi esquina Céspedes. Además, junto con Pocho, su socio, es dueño de otro local de gran antigüedad en el mismo rubro: el de Lacroze entre Freire y Zapiola.
Horacio González, nuestro entrevistado, conoce bien la zona. No sólo porque laboralmente se mueve como pez en el agua en Colegiales, sino porque es el barrio que eligió para vivir junto a su esposa, una vez que se casaron, allá por la década del 60.
En la amena charla que mantuvo con "La Voz..." reveló su opinión acerca de diversas cuestiones relacionadas a lo laboral y lo particular:
"Llegué al barrio cuando me casé. Yo vivía en Acassuso con mis padres. Con mi señora, nos mudamos a una vivienda de Virrey Loreto (que antes se llamaba Calabria) y Freire. Era una de las primeras casas que había en esa cuadra. Todavía hoy seguimos ahí..."
"HAce 40 años que soy cerrajero. Primero tuve un local al lado de la (estación de servicio Schell), de Elcano y Cramer. Después pusimos con mi socio el negocio de Federico Lacroze. Y en la década del 90 también abrí esta cerrajería, manteniendo la otra. La verdad que el laburo anda bien, con altibajos, pero no nunca fui de quejarme".
"Para ser cerrajero es necesario tener una pasta especial. Uno debe estar dispuesto a muchas cosas. Si te llaman a las 2 o 3 de la madrugada, te tenés que levantar de la cama y salir de tu casa para solucionar el problema del cliente. No es sencillo, pero te acostumbrás".
"Existe la creencia de que el cerrajero te mata con el precio si lo precisás en una hora poco habitual. Yo jamás hice eso. Pero es cierto que hay gente que se abusa. Nosotros no nos apartamos de lo que dice el reglamento de la Cámara que nos nuclea: por la apertura de una puerta de 8 de la noche a 6 de la mañana, no se puede cobrar más de 150 pesos".
"Igual, tengo claro que no son todos así. Hay algunos que se aprovechan de la desesperación de los clientes y cobran más caras las urgencias. A mí me han dicho que llegaron a pedir hasta 700 pesos por hacer trabajos en horario de tarifa nocturna. Pero los que se equivocan son los usuarios, que recurren a cualquiera que ven en la guía y ni siquiera le preguntan antes cuál es el precio”.
“Hace poco me tocó ir a lo que una viejita que se había quedado encerrada en su casa. Era de noche y primero llamó al primer cerrajero que encontró en no sé que guía. El tipo fue y le salió pidiendo 500 pesos. La señora, desesperada, le contestó que más de 250 no tenía. El tipo agarró esa plata y la dejó encerrada adentro sin hacerle el laburo. Esos son delincuentes, no cerrajeros. A mí me da vergüenza ajena cuando pasas cosas así”.
 “Te imaginarás que en este rubro, las anécdotas son millones. Por supuesto, también tengo algunas muy graciosas. Como ese día que por una pelea de pareja, tuvimos que cambiar una cerradura tres veces en el mismo día. Resulta que el marido nos llamó para que fuéramos porque no quería que la esposa pudiera entrar más a la casa. Un par de horas después llamó la mujer. Había llegado, la llave no le coincidía y recurrió también a nosotros. Le pusimos una nueva cerradura. Y no mucho más tarde, volvió a llamarnos el marido para que la cambiemos otra vez. ¡De locos!”
“Hay episodios cómicos como ése, pero los momentos desagradables también existen. Por ejemplo, las aperturas judiciales. Vos vas con un inspector de justicia que ordena un desalojo y lo más probable es que te encuentres con una familia adentro que está ocupando una vivienda. Entonces aparecen las discusiones, los problemas... Alguna otra vez nos encontramos con un cadáver adentro... No es nada lindo”.
“ ¿Cuál es el secreto de un buen cerrajero? La confianza que debe generar entre su clientela. Si no sos confiable, no vas a ningún lado. Este es un trabajo complicado en el sentido de que uno tiene acceso a todo. Tenés la llave de la casa de la gente, ves todo lo que sucede adentro... Por eso tampoco podés tomar a cualquier persona para trabajar en un negocio de este tipo. Es necesario que sea alguien recomendado y tratar de asegurarse las mejores referencias en cuanto a honestidad. En nuestro caso, la confianza que le tengo a mis empleados, Juancito Velásquez  y Gonzalo Betancourt, es absoluta. Por suerte, a lo largo de tantos años, jamás tuve un problema de esa naturaleza.  Y está claro que siendo deshonesto, sería imposible durar tanto tiempo en el mismo sitio”.









1 comentario:

Raul dijo...

Lo mejor es tener un cerrejero de confianza pero para ello es necesario tomarse el trabajo de ir buscando opciones. No se debería esperar a tener una urgencia de cerrejería para buscar alguno. A veces, se puede hacer un par de copias de llaves e ir mirando las opciones que hay cercanas. Otra caso aparte implica las cerraduras de marca porque estas suelen ser atendidas solo por especialistas de esas marcas por ejemplo, si se tiene las conocidas cerraduras tecsesa lo mejor es simplemente buscar Cerrajero de la marca Tecsesa

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