BERNARDO GONZÁLEZ, EL PROPIETARIO DE LA INMOBILIARIA MÁS ANTIGUA DEL BARRIO
«Estamos acá desde 1968. El día exacto no lo recuerdo, pero debe haber sido en junio...» intenta rememorar Bernardo González. El titular de la firma BG confirma entonces, que, a punto de cumplir 45 años, su inmobiliaria es la más antigua de Colegiales. «Antes estábamos en el local de al lado, pero ya hace unos cuantos años que nos mudamos», agrega, en relación al espacio físico que BG ocupa sobre Federico Lacroze, a unos veinte metros de su interescción con Crámer. Allí, una tarde de abril Bernardo recibió a La Voz de Colegiales. Estaban junto a él dos de sus fieles empleados: Alejandro (15 años de antigüedad en la firma) y su hija Analía. «Hay otros dos que hoy no no están, Daniel y Marcelo», aclara Bernardo. Y ante una pregunta que se caía de madura (¿cuál es la clave para que una inmobiliaria tenga tanta vigencia?) responde: «En este rubro donde lamentablemente la deshonestidad no es infrecuente, el hecho de manejarse siempre con la verdad es muy valorado. Creo que ese es el gran secreto, de otro modo no podés durar 45 años».Bernardo no pretende ocultar su orgullo ante semejante trayectoria. Pero lo que tampoco intenta, es disimular su preocupación por la realidad que atraviesan las empresas de su rubro a nivel nacional: «Esto del cepo al dólar es un problema para las inmobiliarias y todo lo vinculado a la construcción -asegura-. Lo único que se está construyendo son edificios y viviendas que ya estaban estipuladas por escrito desde antes de la medida tomada por el gobierno. Pero ese tipo de inversiones se terminó por ahora. Las ventas de inmuebles también se vinieron a pique: hace poco se cumplió un año de nuestra última venta», indica, para luego hacerle frente a otro interrogante que queda picando: ¿Cómo se subsiste? «Muchas inmobiliarias ya bajaron la persiana. Si nosotros seguimos, es porque la gente nos tiene confianza y siempre aparecen operaciones para hacer, sonre todo alquileres. Pero la verdad que la situación no está bien». A pesar de todo, Bernardo elige no encolumnarse entre quienes critican ferozmente al gobierno: «Dejando de lado la bendita cuestión de ser K o anti K, yo digo que se ha llegado a esto porque en la Argentina no se hace valer el peso desde hace quién sabe cuánto tiempo. No es un problema actual. Recuerdo que hace 40 años se compraban su primer departamento chicos de clase media que se iban a casar, y pagaban en 60 meses. Hoy es impensado que eso ocurra. Pero desde hace añares el trabajador ha ido perdiendo poder adquisitivo. Esto no es nuevo».
Para el final, González deja su opinió sobre el barrio que lo acogió hace tanto tiempo: «El 80 por ciento de las operaciones son de Colegiales. Desde mi punto de vista, la zona ha cambiado bastante, en función del incremento de la construcción, la proliferación de las productoras y la gran cantidad de gente que se mudó aquí. Es una zona muy atractiva y con grandes ventajas, por su ubicación privilegiada y todos los medios de locomoción que tiene. Algunos piensan que creció demasiado y perdió esa esencia barrial, pero yo opino lo contrario: en Colegiales mirás a la noche hacia el cielo y todavía podés ver las estrellas».
El frente de BG Propiedades, en Lacroze entre Crámer y Conesa. Arriba: su titular Bernardo González. Más abajo, junto a -hablando por teléfono- Alejandro, uno de sus empleados.
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