Carlos Aprigliano, Séptimo Dan de la Federación Internacional de Taekwondo, tiene su lugar en nuestro blog. Su labor en el Club Colegiales y una larga trayectoria en su actividad así lo amerita.
«Hace 20 años que trabajo en el club. Primero estuve a cargo del gimnasio de pesas. En 1992 fundé la escuela Unión Taekwondista En 2003, armé un centro de artes marciales, que, con diversas disciplinas, aún está funcionando: tenemos sipalki, aikido, jitsu... Además de distintas clases de gimnasia».
«Además de profesor, soy árbitro internacional. He ido a tres mundiales y soy director de jueces y árbitros de la Federación Argentina de Taekwondo».
«Este club, a nivel general ha evolucionado muchísimo. En estos últimos años también formo parte de su Comisión Directiva, como un humilde aporte a una entidad a la que le estoy tan agradecido, y en la cual nacieron mis dos hijas: Agustina de 21 años -es primer Dan-, y Iara, de 7, que todavía es cinturón blanco, pero que ya ganó una medalla en un torneo».
«Me acerqué a este club luego de haber enseñado en un local de Lacroze y Conesa, al lado del famoso bar de Villamil. Yo ya tenía muchos alumnos y un día las autoridades del Colegiales vinieron a preguntarme si quería hacer lo mismo acá. Para mí fue un honor y no lo dudé. Más adelante, en el 99, me propusieron tener la concesión del salón y también acepté. No fue tan fácil al principio, esto hubo que levantarlo. Hoy tenemos un piso de goma de 120 m2 para artes marciales y gimnasia, y una escuela funcionando a full. La cantidad de gente va variando, pero pienso que debemos contar con unos 100 o 150 alumnos, desde los 4 años hasta los 99. Algunos de los que pasaron por aquí se han logrado destacar enormemente, llegando a estar en los primeros puestos de los torneos Panamericanos. En 2005, Jésica Rojas representó al club y fue medalla de bronce en el Mundial de Alemania. Actualmente, mi alumno Jerónimo Bosia, está casi clasificado en su categoría, para el Mundial de España».
«En el Taekwondo empecé de grande a los 22 años, y hoy es mi pasión. Lo llevo muy adentro. Siempre me gustó enseñar y día a día, trato de crecer. Con esto del arbitraje también me tocó viajar: en 2012 estuve en Londres y este año tenemos el campeonato mundial, en España. Además doy y tomo cursos. El Taekwondo me permitió viajar y conocer el mundo. Siempre le estaré agradecido».
IMÁGENES DEL GIMNASIO DE ARTES MARCIALES DEL CLUB COLEGIALES
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