martes, 18 de junio de 2013

LAS PAREDES HABLAN

«YO ESTABA ADENTRO DE MI CASA Y CUANDO SALÍ A LA CALLE VI QUE LA ESTABAN PINTANDO TODA»
¡Esta propiedad de Crámer y Olleros estaba habitada!

En el número anterior de nuestra revista, consignábamos: «En un muro de una locación deshabitada ubicado en Olleros y Crámer, aficionados a la pintura demostraron que es posible desarrollar la pasión artística sin perjudicar a ningún vecino».
Días después de aparecida la revista, grande fue nuestra sorpresa al recibir un correo electrónico con un mensaje ¡del dueño de la casa! En efecto, la locación no estaba deshabitada, sino que allí vive desde hace 20 años el arquitecto Jorge Bensabbat, quien, mucha razón tenía en estar molesto por la equivocación que cometimos, ya que por el alto grado cosmético de la pared, jamás nos imaginamos que allí residía gente.
Sin embargo, el mail del propietario aclaró la situación: «No entiendo ni acepto cómo quienes hicieron esa ‘pintura’ no me consultaron previamente, ni siquiera golpearon la puerta: Fíjense que yo estaba en la casa,  y cuando salí a la calle vi que estaban terminando su "obra", la que mandé a interrumpir de inmediato, (como se puede observar en la fachada que da a Olleros).
A través de estas líneas le pedimos disculpas al arquitecto Bensabbat, cerrando con uan de sus reflexiones: «No entiendo qué valor tiene el así denominado  ‘arte de fachadas’ como tal,  que se impone por la vía de los ‘hechos consumados’ a  la voluntad de los dueños. Me parece mucho mejor averiguar cuáles son los muros -privados o públicos- cuyos propietarios estén dispuestos a cederlos para que estos grupos desarrollen sus técnicas de pintura, e interesar a las autoridades en este tipo de movimiento, como senda democrática de una comunidad que se decide a mejorar su ciudad y a permitir a jóvenes a expresarse. Con solo ponernos a contar las paredes medianeras que dispone Buenos Aires, tenemos abundante superficie disponible. Claro está que es un camino mucho más trabajoso y lleva más tiempo buscar los consensos necesarios»

3 comentarios:

Unknown dijo...

Y ESA PUERTA ES LA ENTRADA A LA CASA ?

"LA VOZ DEL FUTSAL" dijo...

Excatamente. Esa es la puerta de entrada!

Willie Zapiola dijo...

Esa pared ahora habla de vida. En su estado anterior hablaba de lo viejo, lo gastado, lo que ya no es. Lo que se dejó estar en perpetua degradación. Luego de la intervención posee vida y color. No lastima a nadie, no interrumpe ni modifica nada más que la vista externa.

Lo que molesta al propietario es su ego por el mero capricho de reclamar su propiedad, sin comprender que se habita dentro y el exterior le habla a los otros.

Ahora la pared se expresa creando mundo. Le da un paisaje que contemplar al espectador y con ello, la posibilidad de sentir algo completamente único.

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