Hace tantos años que tienen su puesto de flores en Lacroze y la vía, que ya no recuerdan exactamente cuántos son. "Y... más de 30 hace que estamos acá", dicen al unísono Antonio y Chichí. Pero ellos saben que se quedan cortos a la hora de calcular su antgüedad en el barrio.
La Voz de Colegiales los entrevistó por obvias razones: están en el epicentro de la construcción del túnel. En el rinconcito que les dejaron (entre tabiques, hierros y pasadizos) se las arreglan para seguir con sus tareas, mientras no pierden el buen humor y cosechan el saludo de los vecinos a cada instante.
"Esto es muy duro para los comerciantes. Hay algunos que ya están por cerrar. Nosotros vamos a seguir, pero todavía no nos dijeron si el puesto continuará en el mismo lugar. Tal vez tengamos que mudarnos una cuadra para el lado de Cabildo. Pero hay que esperar".
"Lo más complicado acá es el tema de la seguridad. Están robando mucho, sobre todo cuando oscurece. . La Policía metrolpoliana ya está pedida, pero no mandaron refuerzos hasta el momento. En Lacroze y Amenábar están asaltando a la gente a cada rato".
"En invierno sí que va a ser dura la cosa. Por el frío y por el polvo que va a largar esto ya no va a querer pasar nadie por acá. Esperemos que haya vigilancia. Nosotros hasta hoy no tuvimos tantos problemas por la falta de clientes. Pero seguro que habrá negocios que van a bajar la persiana, porque dependían de los autos que pasaban por la avenida".
"Hay que ver el lado positivo. Cuando esto se termine, los problemas de tránsito se van a acabar. La verdad que con la barrera ya no se podía estar más. Había veces que la fila de autos llegaba hasta Cabildo. Ruidos, bocinazos... Esto era un quilombo".
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