-Mozo, tres porciones de muzza y un porrón...
Federico Lacroze y Conde. Es cuestión de ingresar al local -también tenés espacio afuera- y aguardar que un mozo de los de antes, te traiga el pedido. Mientras, podés mirar la tele, que si vas a la noche, es probable que esté dando un partido de fútbol. Después, a disfrutar: porque en San Antonio se hace una de las pizzas más ricas del barrio. Y las hay en sus más diversas variedades. Su ambiente familiar es otro de los condimentos que lo distinguen. No hay demasiadas mesas, pero están siempre bien atendidas. También tiene delivery. Aunque hay muchos que prefieren pasar por el mostrador para hacer el pedido personalmente, dando lugar al incomparable ritual de llegar a casa con la caja cuadrada de la cual se desprende el espectacular aroma. El año pasado, San Antonio cumplió tres décadas en Colegiales. ¡Felicidades!
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