Esa clientela, lógicamente, se ve incrementada en un número importante los domingos, en los cuales hacer cola hasta la calle es un ritual más que asumido por los fieles degustadores de ravioles, tallarines, ñoquis, etc.
En hora pico, también atiende uno de los hijos de los
dueños, Luis, de 38 años. El otro, Julio, de 40, vive en el exterior desde hace
algún tiempo. Previamente a tener el negocio propio, el matrimonio trabajó en La Castellana hasta que
decidió independizarse.
También, a fines de los Setenta, tuvieron otra fábrica de
pastas en la zona: en Jorge Newbery y Córdoba, precisamente. “Al lado de
Todo fue contado por el mismísimo matrimonio, que muy
amablemente atendió a La Voz
de Colegiales “entre cliente y cliente”. Además, hablaron maravillas del
barrio. “A Colegiales no lo cambiamos por nada, su gente es muy solidaria. Es
un barrio hermoso, nos encanta”, comentaron casi al unísono.
Pese a que muchos creen que su vivienda está detrás del
mismo local, no es así. Lila y Julio deben viajar para volver a ella. Pero no
demasiado: apenas media cuadra, dado que viven sobre la calle Conde, a pocos
metros de su célebre pastelería.
2 comentarios:
A que altura de la calle Conde se encuentra esta casa de pastas?
En Conde al 700 (esq. LAcroze)
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